El policarbonato es uno de los materiales más utilizados en la actualidad para llevar a cabo el techado de diferentes estructuras, principalmente por la gran variedad de usos que ofrece este material, su fácil uso, manejo y colocación, su flexibilidad y su precio, que resulta sumamente aceptable y al alcance prácticamente de cualquier presupuesto.
Si bien es cierto que el corte, acomodo, colocación y fijación de las láminas y placas fabricadas con este tipo de material son tareas que suelen ser realizadas por trabajadores especializados, también es cierto que los profesionales de este material no requieren realmente una preparación práctica exhaustiva ni grandes conocimientos técnicos, lo que implica que con las herramientas, indicaciones y habilidades adecuadas, cualquier persona puede manipular y colocar láminas con este material, lo que a su vez también implica un ahorro económico.
La gran practicidad que este material ofrece a sus usuarios deriva en gran medida de las diferentes presentaciones en que se le puede encontrar y las diferentes alternativas de uso que esto ofrece, y entre los tipos más comunes de policarbonato es posible encontrar su forma lisa, acanalada, en greca, en domo o celular.
En su forma lisa, las láminas suelen utilizarse de manera más frecuente en el ámbito de la construcción, como elemento para el acabado o cobertura de vehículos y en lugares que requieren techos panorámicos. Por su parte, en su forma acanalada, las láminas también son usadas frecuentemente en el ámbito de la construcción, específicamente en construcciones donde corre una gran cantidad de agua y se requiere el escurrimiento de esta, por lo que la construcción de techos de dos aguas es común con láminas acanaladas hechas con este material.
Las láminas con forma de greca tienen funciones y características muy similares a las láminas acanaladas y su uso, en consecuencia, es muy similar, es decir, para lugares que requieren escurrimiento de agua, aunque esta forma no suele ser utilizada para techos de dos aguas, sino para techos a desnivel. Como se puede suponer, en su forma de domo, este material es un poco menos común, pues por lo general es mandado a hacer a la medida para un proyecto determinado y poseen las mismas características que los domos hechos con metal, acrílico o vidrio, ofrecen una gran resistencia y se utilizan de acuerdo con las necesidades de diseño y funcionalidad del lugar.
Finalmente, en su forma celular, este material tiene presentaciones mucho más variadas, por lo que sus opciones de uso también abarcan un amplio número de posibilidades. Básicamente, en este tipo particular, las láminas tienen un lado adaptado de manera especial para filtrar los rayos ultravioleta, mientras el otro lado difumina estos rayos hacia el interior del lugar. Debido a estas características particulares las láminas celulares son muy apreciadas en proyectos que requiere una amplia cantidad de luz, pero al mismo tiempo protección de los rayos del sol, además de requerir un proceso particular y muy cuidadoso de colocación.
Pero es muy importante hacer énfasis en el hecho que las láminas de policarbonato, al igual que las placas y techos prefabricados con este material pueden tener usos muy diversos, algunos incluso inimaginables, todos ellos para techar cuartos, edificios o diferentes construcciones, siempre con diferentes características, pero con gran calidad y eficiencia. El uso más frecuente de esta clase de láminas, y de cualquier otro tipo, es para el techado de patios, exteriores, porches, invernaderos, cuartos de lavado, ofreciendo mucha mayor resistencia, durabilidad, fijación e impermeabilidad, cualidades que las láminas fabricadas con otro tipo de materiales, como al acrílico o el asbesto, no ofrecen.
Un claro ejemplo de la variedad de usos que este material puede tener son las pérgolas, estructuras externas y abiertas, por lo general en forma de pasillo, que suelen estar en medio o en algún costado de un patio o jardín y suelen ser utilizadas como lugar para desayunar, comer o simplemente pasar un momento al aire libre.
Los invernaderos modernos suelen ser construidos con este material por una razón muy particular: economía, pues se trata de un material ideal para la construcción de invernaderos, sobre todo el tipo celular, al igual que el vidrio y el acrílico, pero el policarbonato es mucho más barato que estos materiales, por lo que hoy en día se ha convertido en el elemento principal que se utiliza en la construcción de invernaderos.
El precio es uno de los principales motivos que han hecho de este material un elemento constante en muchos proyectos, pero también la gran facilidad que ofrece para su colocación, pues el proceso de techado con este material suele resultar sumamente sencillo, práctico y rápido, únicamente es necesario conocer a la perfección la estructura en la que se colocará la lámina o placa, los requerimientos necesarios para su instalación y contar con las herramientas adecuadas para ello.
Un claro ejemplo de la gran practicidad y economía que este material ofrece a los nuevos proyectos es la gran cantidad de construcciones que lo utilizan como elemento principal, y en muchos casos único, para su techado. Los ya mencionados invernaderos y las pérgolas son un ejemplo, pero también están los techos de estacionamientos al aire libre, los edificios con domos, centros comerciales, techos móviles en centros recreativos, deportivos o de espectáculos, porches, terrazas y muchas otras estructuras.
Por supuesto, se trata de un material útil no solo para proyectos industriales o comerciales, sino también para el ámbito doméstico, ámbito para el que ofrece exactamente los mismos beneficios que ofrece a los grandes proyectos arquitectónicos: practicidad y economía. Y para obtener las láminas o placas de policarbonato de mejor calidad, de las mejores marcas, con las mejores condiciones y características y al mejor precio, el mejor lugar es Láminas Especializadas, la empresa líder de ventas de láminas a través de internet.